"Aprender la levedad del pájaro."

martes, 26 de noviembre de 2013

Electrik Blue.

Mención especial para una de las mejores personas que he conocido, pero hoy no hablaré de eso sino de su faceta como artista. Durante el día estoy acostumbrado a escuchar música, sea donde sea, para hacer lo que sea siempre intento estar entre canciones como una especie de evasión de la realidad, es por ello que aunque encuentro mucha música de calidad también encuentro mucha más vacía y con vacía me refiero a carente de un sentido, de un mensaje claro, de sentimientos, de pasión.

Bueno pues Electrik Blue es una de esas personas que consigue imprimir historias, sentimientos, emociones porque de verdad hace la música con pasión, os recomiendo que lo escuchéis un poquito y de vez en cuando investiguéis si hay producciones nuevas porque de verdad merece la pena.

Anoche se presentó formalmente como artista estrenando su logo, yo hoy os lo dejo por aquí por si os llama la atención.



lunes, 25 de noviembre de 2013

.

Lanzo aviones kamikazes a tu ventana,
me siento palabra en cada herida,
deseo de escribir
y frustración sin espacio.

Huérfano de inspiración,
rescatado entre caricias del frío,
me pregunto si escribo pájaros
o si son ellos quienes me han escrito.

domingo, 17 de noviembre de 2013

Y un café.

Hay una cantidad de historias ahí afuera que da hasta vértigo pensar en ello (Jose Manuel Hernández)

Necesito una canción de auxilio
cuando las dudas invaden el día
con todas las historias posibles
de las calles en que se encuentran los amantes
aunque anden sin buscarse.

Da vergüenza pensar que le falta oxígeno al latido
cuando no siente más que el silencio
de los días raros.

Hay tantas sonrisas por descubrir
tantas miradas que quitan el sueño,
pero mi parte kamikaze
se deja seducir por el riesgo de una mirada sola,
de una sola sonrisa,
de un insomnio puntual,
es tal la cantidad de historias,
es tanto el vértigo que da pensarlo
y sin embargo... 



sábado, 2 de noviembre de 2013

Hay que echarle un par.

Desde que el móvil suena
y no me salvo del sueño
hasta el primer sorbo de café,
lucho contra las trampas
que mi cabeza se inventa para recordarte,
contra la emoción que ofrece la incertidumbre
esperanza pobre
de encontrar el amor en los bares.

Contra los pensamientos que me exigen un orden,
para administrar los que me ofrecen bailar con la libertad
contra las lágrimas que quieren caer sin avisar,
contra la autocrítica del espejo.

Con el sonido del tic tac
como banda sonora
cada día intentamos sobrevivir a la enfermedad
de tener un enemigo dentro y fuera
que no perdona,
el sabor del amor que fue,
el presente de soledad.

En resumen y citando a un buen amigo,
somos guerreros heridos
que se levantan siempre
con el lema de que al día
"hay que echarle un par".