"Aprender la levedad del pájaro."

domingo, 17 de febrero de 2013

No es por la moda es por la soga que te ahoga.

Y si desciendo a la calle,
a las miradas curiosas
al otro trago, otro más,
al "¿por qué no bailas?".

No es por mí,
yo de pequeño quería ser astronauta
y ahora me paso todo el día en la luna
observando las constelaciones terribles
de mis pensamientos,
desfiguradas estrellas que cambian de forma
sin pedir permiso.

Y si bajo a este suelo
y este toser de humo
es porque Javier ya me avisó
de que en el cielo no hay alcohol
y la resaca del domingo
es la rutina más amable
que conozco.

Dibujicos I.

Víctima del invierno.

jueves, 14 de febrero de 2013

¿Cuándo vas a venir otra vez por aquí?.

I'm coming


Y si aún no te he dicho lo guapa que estás
en los pocos encuentros que he tenido contigo
es porque no quiero que me tomes por loco,
yo que he visto una y otra vez como aquel chico
entregaba un poema en el metro
no me creo esos argumentos en la vida real.

Y si aún no te he invitado a bailar
o a escuchar música juntos
mientras dejamos que el humo cubra la falta de estrellas de este invierno
es porque no quiero que sepas que te pienso
aunque sólo te vea una vez en el día, en la semana o en meses,
te pienso,
suena ridículo
y loco,
es por eso que guardo silencio
a tus ojos
y a tus labios
y a tu cuerpo.

Si aún no me he presentado
ni te he querido invitar a un café
es porque me da miedo tu NO
y mis miedos,
mi temblar de voz cuando me preguntes mi nombre.

Sé que suena ridículo
y que nunca vas a leerlo
pero quiero que quede alguna prueba
por si nunca me atrevo
de que de veras
quise atreverme,
para cuando me arrepienta
por no hablarte
sepa con qué látigo castigarme.

miércoles, 13 de febrero de 2013

Tristeza de oficina en cada esquina del papel.

Todo es un quiero y no puedo
despierto me siento nada ante la inmensidad de mis sueños,
cotidiano y atado a un calendario
me siento como un animal de zoo
obligado diariamente a hacer trucos que le aburren.

En las calles hace demasiado frío,
en mi cuarto hace frío,
en mi interior hace demasiado frío
y no encuentro el abrazo o la caricia
donde sentirme hoguera contra el invierno.

Mis miedos han dado un golpe de estado
sometiendo a mi deseo y curiosidad
a un aislamiento "provisional".

Todo es un "deseo conocerte"
pero ni siquiera sé si existes,
todo se concentra en unos ojos que quieren encontrar los labios
que sepan dar los "Buenos días"
y también acariciar las "buenas noches".

No es un cuento de hadas,
si no un manual para sobrevivir a la soledad
y al deseo de querer ser cigarrillo en tu boca
con la cobardía de una huida a tiempo.

martes, 12 de febrero de 2013

Víctimadelinvierno.

No todos los días sale el sol en mi cielo,
no todas las noches hay estrellas donde yo miro
no todos los atardeceres son románticos
ni todas las miradas guardan un lenguaje.

En mi invierno particular
sólo estamos mis miedos,
mis pensamientos, mi tiritar de frío,
mis complejos
y yo.

En mi invierno particular
hay algo de música,
muchos detalles, cine
y algunos libros,
material para un refugio
que sabe de soledad.

No sonrío siempre
aunque mis labios engañen,
en mi invierno he aprendido a construir un telón
y a ser actor
de un improvisado latido.

sábado, 9 de febrero de 2013

¿Te gusta el rap?


"Mi nombre va de boca en boca y mi cuerpo va de bar en bar,
en busca de una loca con quien hablar
¿te apetece tomar una copa?
no me lo digas, tus amigas solo hablan de ropa,
¿te gusta el rap?
Te prometo la cosa más bella, ir a un hotel
si quieres descorchar una botella y beber champan
si prefieres ir a ver estrellas conozco un sitio,
¿que me dices?". 



Me quedé a medio trago de hablarte de mis planes, de mis miedos, del quiero y no puedo, de la falta de reglamento interno. Me quedé a una calada de escribirte frases imborrables en la espalda, de acariciar tus manos hasta que la noche me dijese "basta", de deshacerme contigo, de olvidarme del hoy, de sentirme infinito por tus ojos clavados en los míos y las estrellas ardiendo en el sudor de una habitación sin nombre.

Me quedé en silencio, me quedé en la silla, apoyado una vez más sobre mi temblar de niño, sobre mi vergüenza exterior, sobre mis complejos. Me quedé a una lengua de sal, mordisco de limón y tequila de hablarte, lo reconozco y me arrepiento, debí terminar esa cerveza, respirar el humo de aquel cigarro y vencerme en aquel último chupito, lo reconozco, quería conocerte porque a través de la gente veía cómo tu rostro se hacía cada vez más y más intenso, cada vez más y más fuego en una sala plagada de oscuridad y rutina. Intenté cruzar nuestras miradas, trazar un puente pero una vez más, cobarde, cobarde, cobarde, el mismo de siempre me quedé sentado, dejé el vaso, me despedí entre por qués de mis aliados y me fui a casa, escuchando "Mierda", sintiendo el frío de la ausencia de tus labios, esos que aún no conozco, de tu mirada, esa que no sé si volveré a tener la oportunidad de conocer, de tu cuerpo, lo peor fue sentir la ceniza de este fuego sin tu cuerpo entre los restos.

martes, 5 de febrero de 2013

Ni una palabra.

Abre las ventanas y desafía a la calle,
a la rutina de estar vivo
a la falta de caricias
al invierno interior que deja escarcha en tus costillas,
abre la puerta y deja pasar la música,
sonríe.

Me intento convencer de que puedo
vivir sin visitar calles nuevas cada minuto,
un día más,
me intento convencer de que está cerca
el oasis de caricias que perdí hace tiempo
que no sólo depende del mí
que cada corazón tiene su momento.

Me intento convencer de que merece la pena,
vestirse de Álvaro y salir a escena,
representar ese teatro que tengo tan aprendido
palabras sin sabor,
mentirle al olvido.

El problema es que a mi  siempre me resultó
difícil engañarme
pues ya aprendí el guiño de mis ojos
el tic
de todos mis personajes.