"Aprender la levedad del pájaro."

miércoles, 27 de marzo de 2013

Medianeras.



Y si me cruzo contigo
pero miras al suelo
o cruzo la calle
justo cuando tú sales de casa.

Salgo a pasear llueva o no
pero tu paraguas está roto
y no quieres enfermar ahora.

Será una pérdida de tiempo
pensar en encontrarnos.

Dibujaré un mapa 
de las huellas que dejé
y lo enviaré a cualquier dirección
para que andemos
intentando reconocernos,
otros juegan la lotería.





jueves, 21 de marzo de 2013

Infinito y tristeza.

Infinito
horizonte azul donde mi mente respira tranquila,
lejos de “los pies en el suelo”
y la rutina del silencio y la soledad.

Infinito, sin límites,
sintiendo el baile
acompasado de los cuerpos
y la sonrisa de quien mira.

Tristeza por quien no pueda sentirlo
por su cárcel física
sin tener como yo ahora
un bis a bis con la sencillez de ser parte de un todo.

Nostalgia ahora que escribo,
de esas montañas
esa fiesta de mis sentidos
de esa risa verdadera
 esos ojos llenos de verde,
guardaré esta sensación
para momentos de emergencia
en los que la vida me pese.

martes, 19 de marzo de 2013

Te escribo un "ojala".


Un extra que toma café solo
en la mesa de atrás
y no cambia el gesto
en toda la escena.

Las zapatillas colgadas de un cable
en la calle.

Las mañanas de frío y resaca
en las que quieres
pero no puedes
pasarte el día en la cama.

Los paraguas que se rompen
en medio de la lluvia
para mojarte.

Los labios cortados por el viento
y los ojos entrecerrados,
el pelo revuelto
cansada
y aún así preciosa.

Esos tejados de Hache,
la playa gris
de invierno.

Al cine casi vacío
para uno,
envidioso de su guión.

Escribo por los vasos tintados de vino,
vacíos en la mesa
y el cenicero repleto de colillas
en una terraza al sol
antes de salir a pasear.

Escribo para despedir a la soledad
o de tanto escribir quizá ella lo entienda
como una constante bienvenida,
para imaginarte,
por el oásis de sentir.

Ojalá pase algo que te dibuje de pronto,
ojalá por lo menos que invente la suerte
el camino para verte un poco,
para cruzarnos siempre
en todos los segundos
de estos poemas con hambre.

lunes, 18 de marzo de 2013

No guardemos la fecha pero sí el sabor que nos encontró.


Los cafés cuentan mejores historias de amor
que Federico Moccia
yo que en la espuma de leche
he jugado tantas veces a inventar tu cuerpo
ahora no recuerdo bien tus ojos
en la oscuridad de este americano.

Espero en la barra
o en la calle paseando
cruzarme contigo
para repetir el guión,
para invitarte a escuchar el suave latido
de esta taza que ha visto a tantos amantes conocerse
y que está tan ansiosa como yo
de encontrarte.

viernes, 15 de marzo de 2013

Pero este miedo tiene su encanto.


Ya no quiero que me descubran
voy a esconder mi plan
en algún rincón de mi cerebro
y no voy a dar más pistas de él
en mi mirada.

Ya no quiero ser transparente
me he cansado de la tristeza de la lluvia,
de lo pegajoso que es el sol
de querer estar a la hora en la que sé que tu mirada
podría cruzarse con la mía
en esa escalera
donde puede ocurrir,
donde actores y actrices ensayan cada tarde el papel
que nosotros nunca interpretamos.

Pero ya no quiero que sospechen,
no quiero cerder más
a ese juego cruel de mi deseo.

Aunque este propósito
sea como los placebos que se escupen
en los huesos de las uvas de año nuevo
voy a intentarlo,
voy a caminar solo
esta vez
a ritmo de Nalo o de jazz,
sin pensar en la posibilidad
absurda
de encontrarte
y que (de casualidad) mires
el rostro cansado y tímido
que ahora,
como siempre
sin un destino claro,
te escribe.

jueves, 14 de marzo de 2013

Ojosdelluvia.


"andábamos sin buscarnos
pero sabiendo que andábamos para encontrarnos".


Y que el sueño sea de nuevo ese bis a bis
entre tu y yo,
punto de encuentro de dos desconocidos
que se piensan sin conocer las voces
que divagan entre palabras sobre el otro.

Sólo me queda el sueño premeditado
y a ojos abiertos,
la ilusión de quien desea conocer el amor
porque nunca se ha enamorado.

Pero yo sí, aunque lucho por olvidarme de las heridas
y la realidad más agria,
aunque lucho por inventarnos
apretando los dientes para pensarte tanto
que a la vida no le quede más remedio que presentarnos.



martes, 12 de marzo de 2013

Esa mañana no paraba de reír, haciendo las tostadas y el café, duchándose el agua entraba sin pudor ni miedo en su boca y salía de ella disparada por una sonora risa, en el espejo peinándose, bajando la escalera, saliendo del portal. Él no entendía nada, realmente no había nada tan gracioso como para que estuviese riendo desde que se despertó pero se dejaba ser en ese nuevo yo risueño e incómodo, camino al trabajo algunas personas sonreían a su risa, otras por el contrario se apartaban asustadas ante lo sospechoso de un hombre que ríe. En el trabajo comenzaron las complicaciones, debido al tiempo que llevaba riendo le dolía mucho la barriga y la cabeza pero no podía parar, sus compañeros no podían concentrarse y al escribir en el ordenador se formaba todo un caos de letras que desembocaba en un montón de palabras sin sentido, informes sin sentido, todo un cúmulo de acciones de terrorismo empresarial. Su jefa le pidió que se marchara a  casa mientras él aguantaba la risa casi llorando.

Ya en casa, pijama y periódico seguía con su risa y las lágrimas teñían el periódico de tinta haciendo de cualquier noticia un chiste. Su risa era cada vez más alta y confusa, ya no podía ni mantenerse de pie y retorcido en el sofá seguía con su condena inesperada. Los vecinos llamaron a la policía, los bomberos desde abajo observaban el balcón de aquel delincuente de la risa y no entendían del todo qué podían hacer ellos en esa situación. Llamaron a la puerta, la golpearon muchas veces pero él no podía abrir debido a su imposibilidad de levantarse y andar con normalidad. Todo estaba lleno de risa. Al final un policía habló con el vecino más intransigente  que había sido el primero en llamar y le dijo que no podían hacer nada, que esa situación era nueva y que no podían aplicar ningún procedimiento pero que se tramitaría pronto una nueva orden de detención para delincuentes de la risa debido a que ese mismo hecho había sucedido ya en varias ciudades. El vecino entrometido y gruñón, furioso y sin la ayuda de la policía entró a la casa por una ventana que se comunicaba con la suya, decidido a discutir con aquel hombre y siguiendo el rastro de esa insoportable risa lo encontró en el sofá retorcido, aguantando esa dulce condena con los ojos cerrados y el gesto aunque alegre, desagradable. Resolvió irse y comprar tapones de oídos para su familia, aquel hombre ya sufría bastante.

Y la risa duró toda la noche y al amanecer los vecinos llamaron a la puerta preocupados por el silencio, al ver que no había respuesta pidieron al vecino gruñón que entrase por la ventana. Tirado en el salón, tembloroso y asustado, se encontraba aquel pobre diablo risueño, con la mirada perdida, sin entender aún el origen de aquel ataque de risa.

Entre la realidad y el pensamiento.

"Así he vivido yo
como la luz de un sueño
que no recuerdas cuando te despiertas"

Escribir cosas que nunca vas a leer,
saciar mi deseo de hablarte
silencio impuesto por mi timidez
en el placebo de estas palabras a nadie,
carta a quien no la espera
con el deseo de hallarme algún día frente a tus ojos
y responder al deseo de mis labios
con tus labios de whiskey.

"Salta por la ventana valiente"
el nombre de Otto me viene grande,
escondido en música pienso en la voz
que en mi interior te habla
y en la posibilidad de que seas tú
o no
quién me salve de mí mismo.

Es tan ridículo inventarte
como inventarme contigo
y un absurdo
que sólo podría imaginar alguien como yo,
el hacer de la vida un libro bien escrito
de Cortázar o Benedetti,
hacer de mis días ese poema que emociona
pero que al despertar
cuando hago café e inventario
siento el frío de la realidad
mientras escribo esto,
en mis dedos.

domingo, 10 de marzo de 2013

¿Podemos volver a empezar?

En mi casa los espejos deberían tener pintada una sonrisa.

Recojo las cenizas de tu fuego.


Aunque creo que todo lo malo se lo llevó el invierno
sigo durmiendo con un ojo abierto
siempre hay pensamientos y lágrimas que amenazan
cuando mi estado de ánimo está en equilibrio.

lunes, 4 de marzo de 2013

Dibujicos III. (Bart real).


Remover la ceniza de tus días.


Esa manía de llenar todo de palabras
de no dejar un silencio vivo
traduciendo cualquier gesto,
interpretando cualquier mirada
siendo lenguaje siempre.

Es lo que me apartaba de ti,
de tus silencios
y tu matar el tiempo,
de tu lejana mirada al divagar.

Yo sigo intentando traducir el espacio y las miradas,
tú hace tiempo que no escuchas mi voz
y aunque a mi me enervaba tu vacío de palabras
por no poder entenderlo,
reconozco que en fríos como hoy
lo echo de menos.

domingo, 3 de marzo de 2013

¿Y si el camino de baldosas amarillas nunca aparece?.

Serán los pasos hasta tu cama
esa utopía para caminar,
desconocido Oz,
y es que sin valentía ni corazón
¿cómo voy a encontrarte?.

Calles que enfrían.

Aquellos días dulces,
en los que fuimos
aliados
hoy vuelven a cara de perro
y bilis amarga
como un castigo de recuerdos.

Recreo.

Todo lo que quiero es jugar,
bailar con las palabras
luchar con un lienzo
fingir paisajes
tras un objetivo
y desfigurar mil rostros
con un lápiz.
Ser un recipiente vacío para mis sentidos.

Desconocida.

Si quieres puedes ser la primera luz que vea este esclavo de su caverna.

No temas poeta.

Hay pocas personas
que se atrevan a llamarme poeta,
yo no me atrevo.
Pues es una palabra
que cae como grillete
con una responsabilidad
que no sé si puedo asumir.

Sol del sur.

Despierta Granada
en estas ventanas
mezclando colores.
Enfría el café
incluso tirito por su aire
pero sonrío al pensar que puedo perderme
entre sus calles
sin ser nadie.
Marihuana, pintura y música,
el sur me ofrece escondite, anonimato
y hermosura
en cada portal.
Sólo puedo rendirme
a los rayos de su sol,
al consuelo
de que mis pájaros puedan emigrar
a su cielo.