Despierta Granada
en estas ventanas
mezclando colores.
Enfría el café
incluso tirito por su aire
pero sonrío al pensar que puedo perderme
entre sus calles
sin ser nadie.
Marihuana, pintura y música,
el sur me ofrece escondite, anonimato
y hermosura
en cada portal.
Sólo puedo rendirme
a los rayos de su sol,
al consuelo
de que mis pájaros puedan emigrar
a su cielo.
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