"Aprender la levedad del pájaro."

jueves, 30 de agosto de 2012

Realidad

Por cada palabra innumerables silencios,
por cada página leída otro vacío en mi librería,
es el precio de este paraíso infierno
en el que habito
desde que me llamaron Álvaro
o desde que la curiosidad me hizo coger
el primer libro.

Y todo eso de coger el tranvía
para no llegar tarde,
de horas de estudio para los exámenes
de sonreír al aprobado
y evaluar mi futuro.

Es la ridícula mentira que me cuento
para apaciguar el hambre
que me produce
haber conocido una vez el sabor de mis pensamientos mojados en tinta,
el hambre de querer ser,
el soñador juzgado constantemente por el realista
pero ahí no,
ahí no me llamo Álvaro.

miércoles, 22 de agosto de 2012

Malviviendo del cuento.

Y aunque estas palabras las escriban las ojeras
la tinta que mancha la piel justifica todos los insomnios.

El papel, como un cielo,
lleno de nubes a las que inventar formas
lleno de sueños que soñar.

sábado, 18 de agosto de 2012

Con la pesadez de un día nublado
busco desesperado el sol en otros sábados
fotografías que me hacen regalos inesperados
cuando veo una sonrisa dentro del mar
cuando me veo cicatrizando esta herida presente
en todos los ojos que se miraron al espejo desde mi rostro.

En todas las palabras que se han dado a la fuga
y que me han dejado solo.

Apartado de cualquier día que no sea este sábado
nublado
que se repite gritando el vacío de mis papeles en blanco,
que se repite
y mañana
aunque salga el sol
y la playa quiera hacer brillar su arena sobre mi cuerpo
seguirán los mismos ojos
faltos de pájaros
y hartos ya de plumas mojadas.