La ciudad se ha llenado de ratas
pero éstas son aún más peligrosas
se disfrazan de humanos
llevan oscuros trajes,
se llenan el pecho de humo.
Ya no sólo arde París.
Pero me queda una esperanza,
el niño que fui se ha olvidado de crecer
y vive dentro de mí
aún sé soñar despierto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario