"Aprender la levedad del pájaro."

lunes, 2 de julio de 2012

Calita analiza el día con dureza, sentada sobre un sillón desgastado, grises sus ojos sobre un rostro también desgastado. La cubren las canas. Le faltan fuerzas. Sentada mira al frente y no llora porque ya han caído demasiadas lágrimas a ninguna parte.

La habitación está llena de fotos, rostros sonrientes que la persiguen a cada segundo, le piden, poco le dan y por eso a ella cada vez le queda menos. Unas escaleras. Una cocina. Cómo la rutina puede ser también una tortura cruel. Cómo la vida a veces puede ser tan lenta y cómo cada hora puede ser un afilado cuchillo que atraviesa su cuerpo dejando heridas pero no huellas.

Desde la puerta miro. No se escucha nada. Hace calor.

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