Y aunque lo esencial es invisible a los
ojos
a veces uno puede sentirse
especialmente observador
jugando a descifrar
los secretos de la ciudad.
Hace unos días tuve la suerte de
sentirme curioso
y una pizarra improvisada
me dejó para la reflexión
un lugar donde uno puede llevarse flores
y pensamientos.
Para quien esté cansado de mentiras
o de falsos mesías traidores
sonreirá al leer que "hacen falta
más ejemplos y menos opiniones".
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