Pero yo creo en el poder de las cabezas libres, como niños imprevisibles tocando timbres.
(Juan Solo).
Y son dulces las palabras
que acompañadas de música
nos encuentran una vez por semana.
Y no podemos renunciar al espacio
al oasis que en el desierto nos ofrece
descanso y paz.
Buscando refugio
encontré mi sombra sin miedo frente a los rostros
que con una sonrisa me invitaban al desahogo y la expresión,
ahora me declaro firme defensor
de los espacios que ofrecen libertad
dentro de una realidad
que los pone en peligro de extinción.
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