Con las metáforas no se juega. El amor puede surgir de una sola metáfora.'
(Milan Kundera).
Tú crees que todo lo que escribo se vuelve poesía
y yo que todo lo que miras se vuelve agua
por eso siempre que nos encontramos
rompe la lluvia
y acabamos calados
de palabras.
Para escribir gritando
he aprendido a sentir en silencio
y a mojarnos de presente
con los ojos cerrados,
como niños que juegan a estrenar sus zapatos
saltando en los charcos.
Para sobrevivir al destino
hemos aprendido que
la libertad existe
donde dos sonrisas se encuentran
y que creer en la poesía
o en la lluvia
es nuestro mayor acto de resistencia.
foto original de Kiko Monzón. |
Pelicos de punta.
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