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Siempre me dio mucha pena cuando de niño, en un descuido, el globo se deslizaba por tu mano y se marchaba cielo arriba,perdiéndose entre las nubes hasta que acompañado de un "pop" o un "bum, moriría. ¿Quién ha visto su muerte?, las nubes, el sol, sabías que ese paseo era el último y que tú le habías fallado por aflojar o descuidar su unión a ti.

Por eso normalmente apreto tan fuerte las manos o los cuerpos de las personas que de verdad me importan, literalmente, si alguien me coge de la mano, si me pide un abrazo lo estrecho contra mí con fuerza para no tener que verlo marchar nunca y sin embargo, a veces, hay personas que aunque intentes tenerlas contigo se cortan por sí sólas, se marchan y te dejan ahí, viendo como se alejan y se alejan y tú ya sólo eres un recuerdo, una hormiguita desde su cielo de nubes y sol.