"Aprender la levedad del pájaro."

sábado, 11 de junio de 2011

¿tengo que aceptar un texto porque simplemente dice que tengo que aceptar un texto?

El autor se levantó entre malhumorado y confundido, el temporal, la perezosa sensación post-siesta, la falta de besos de su amada, en su interior un grito del todo macabro, en su exterior un silencio que amenazaba cólera, se preparó un café oscuro, esos que son como un disparo para tu estómago y que lejos de sacarte una sonrisa empeoran tu estado de ánimo, se propuso escribir claro, como no iba a hacerlo si debía entregar el borrador en unos días.

Pero cuando llegó a su mesa y puso sus manos sobre el plano argumental vió que el protagonista la había tomado con la princesa porque esta había tenido una aventura con el secundario y que a su vez la bruja malvada, en un arranque de benevolencia había levantado todas las trampas para que el protagonista pudiera avanzar deprisa y descubrir antes que el lector la infidelidad de la princesa y el horrible giro argumental que esto suponía. Estrelló entonces sus manos contra la mesa y quiso poner su cabeza en orden, ¿cómo había sucedido? ¿habían sido los mismos personajes en un arranque de independencia? no encajaba nada y toda esa mezcla de infinitas posibilidades y destinos cambiados de signo le irritaba, se volvió a la cama, no sin antes reventar todo lo escrito y volver mañana, con menos nubes tormentosas en su cabeza.

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