y lo que podría ser dibujar tu espalda,
en los amaneceres
y el deseo de morir mirando al cielo.
Yo me quedo aquí
en este instante que paraliza el presente,
siendo el filo y la herida,
la piel que vibra incapaz de fingir
que quedan tan pocos centímetros por conquistar
que es una pena rendirse.
Afilo:
la poesía y el vértigo,
la música y el tacto,
la lluvia y tú,
la inspiración.
Porque el amor es una puñalada en el estómago
he afilado también la esperanza
para el día que decidas el puñal.
Fotografía original de Oskar Azkarate |
Praaaa!
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