"Aprender la levedad del pájaro."

lunes, 19 de marzo de 2012

Vértigo.

Se resquebraja la cuerda floja por la que camino cuando escribo y caigo. Al foso donde mis pensamientos me morderán la piel y no dejarán que respire tapándome la nariz y la boca con sus dedos asquerosos de falta de autoestima y miedo. Ya no gritan "bienvenido". Sólo esperan el "adiós". Mientras la primavera se acerca mis manos siguen enclaustradas en su propio invierno. Demasiado frías. Demasiado agrietadas como para escribir algo que merezca la pena. Demasiado estáticas porque hace mucho, mucho tiempo que no sienten el tacto de una página y de la tinta, de las tapas, de la poesía, de las historias. Hace tiempo que no tiran una piedra a la rayuela.

No hay comentarios:

Publicar un comentario