"Aprender la levedad del pájaro."

lunes, 31 de octubre de 2011

Mis movidas (nocturnos)

Entonces María se dio cuenta de que en un segundo había besado a Alberto y que al siguiente estaba lejos ya de su cuerpo, sus labios, le miraba confundida, se sentía sola, como si ese segundo, ese minuto hubiese partido en dos su tan bien construido universo y entonces vio que nunca podría vencer al tiempo. Este que un segundo antes los había mecido al son de sus lenguas, al compás de sus manos y corazones, al tic tac como latido que ahora estaba roto. Solo. Olvidado. No se miraron más en toda la noche. No se abrazaron. Ni se tocaron. Ni se besaron. Ni sonrieron. Tan cerca, parecían dos cuerpos fríos, cadáveres inertes en la acera y la luna se reía desde arriba cruel, sin piedad, observando como ese fenómeno natural había quebrado algo tan complejo.

"Si vuelvo a nacer quiero ser poeta"

1 comentario:

  1. A veces pasan cosas de éstas y no las comprendemos.

    Sí, la mejor alma es la del poeta.

    ;)

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