"Aprender la levedad del pájaro."

domingo, 9 de octubre de 2011

PAULA.

Aunque el otoño nos coja de pronto, de la mano y muertos de frío, con la sensación extraña de que la luna es una intrusa, que se cuela en nuestras tardes para hacer sombra a las farolas y a la luz del atardecer, porque sabe que el atardecer te pone triste. Aunque te cueste sonreír, aunque las heridas estén aún abiertas un abrazo será siempre una solución rápida, fácil, para todos los dolores del alma, del corazón o de la mente. Aunque no podamos vernos, aunque el tiempo nos mande lejos, muy lejos el uno del otro, aunque tu boca no diga amor, aunque mi boca no sepa besarte, aunque parezca que es duro, que está siendo difícil, que lloramos por causas distintas a solas y negamos cuando nos preguntamos qué nos pasa. Porque no podemos sostenerlo, porque soy todo corazón, porque tu belleza nunca se rendirá a las lágrimas, ni al frío, ni a la soledad, porque nunca te dejaré sola, porque estas calles, cualquier calle está hecha de senderos transparentes que creamos cuando nuestras piernas caminan al mismo compás y nosotros cogidos de la mano, yo mirando los edificios, tú mirándome a mi, yo mirándote y tu observando a un niño, a un perro, a un árbol, cualquier cosa. Aunque parezca que vamos a estallar en sollozos, que voy a morirme delante tuya, no, nunca podré negar una sonrisa a tu existencia, a tu sonrisa, nunca podré crear defensas a tus caricias ni negar mi amor a tus palabras. No puedo no vivir contigo, no vivir de juntos, de besos o de abrazos, sino que no puedo vivir en un mundo en el que no se halle tu existencia, mi espejo, mi identidad, un oasis que nadie nunca podrá igualar ni siquiera crear una antesala. Es por eso todo este miedo, el temblor de mis manos, el pensamiento de "te quiero pero no puedo", porque no puedo creer que te haya encontrado, que tantos años creándote en mi mente ahora sean mi día a día. No lo puedo creer. Porque me cuesta acostumbrarme a la frase de "si crees en los sueños ellos se crearán" porque ahora es real, tiene el pelo moreno, rebelde, los ojos miel oscura, una sonrisa de gaviota, unos labios de mar, un alma viajera, un corazón lleno de poesía. Y si hablo de vacío no es de sentimientos, es vacío de cicatrices, de recuerdos que no puedo tener en el mismo sitio en el que a ti te guardo. Y si te quiero ya lo sabes, por qué, todos los por qués están en cada caricia, cada abrazo, cada beso, cada conversación. Es tanto lo que me asusta. Aunque tú ya lo entiendes todo. Aunque vas al contrario de Montero y de Quique porque tú ya lo sabes y yo ya lo sé, no tengo que imaginarte porque existes conmigo. Y aunque la felicidad esté tan cerca como tú lo estés de mi, siempre tendré ese miedo a tocarla por si se rompe, pues es tan frágil. Ojalá todos los Otoños de mi vida sean como este día y una procesión de estaciones como esta, contigo.

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