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Siempre hablo de lo mismo, de sus ojos, de el escalofrío que me eriza hasta los huesos cuando me roza, cuando ese aire que separa nuestros cuerpos muere aplastado en un abrazo, porque respira hondo, porque suspira y sus ojos se pierden cerrados en el infinito, siempre hablo de lo mismo, de emociones, sentimientos porque acaso ¿no es esa mi revolución? ¿la nuestra?.

Por cada sonrisa conquistamos el sentimiento, ese tan indescifrable, tan recóndito, que muchos creen sencillos pero que en realidad es un laberinto en el que te adentras, te pierdes, te confundes y a veces sientes que estás vencido pero que cuando encuentras a la otra persona en uno de sus pasillos sientes una felicidad plena, no como tantas otras felicidades si no una de verdad, sí, hablo de amor claro. Porque un candado con nuestros nombres y una frase detrás puede sonar típico pero está lleno de misterio, de magia, de nosotros mismos porque dudo que la frase puedan entenderla, porque cada vez que toque esa armónica, será como besarla, respirar su aire, cuando mire esa foto, cuando piense en esa frase. Porque la revolución consiste en que juntos queramos cambiar el ambiente que nos rodea y juntos, intentemos que este no nos cambie, buscar en el vacío su mano y saber que sus dedos siempre encajarán con los míos y que su mano estará fría y la mía caliente.

Porque ella siempre me toca el pecho o pone su rostro en mi pecho y escucha, escucha ese eco, ese latido, ese mínimo gesto de vida que lo es todo en realidad, porque yo siempre pongo mis manos en su cintura, le acaricio el vientre o el rostro y la adoro, adoro la suavidad  de su piel, adoro que mis manos sientan escalofríos al mínimo contacto y todo, todo se resuma a la magia.

Porque estas revoluciones no se hacen en solitario, porque esta vida tampoco ha de vivirse en soledad.

Porque escribir para mí tomó un nuevo y mejor sentido cuando hablé con ella. Porque quiere viajar. Porque siempre logra sorprenderme y yo no puedo sorprenderla nunca. Porque me quiere, porque tiene miedo, como yo, porque es un reflejo de mi alma y siempre logra ver cada sentimiento que me inunda el corazón.

Porque dice que siempre describo mejor las tardes que pasamos juntos y yo no lo creo así, ambos sentimos, sentimos lo mismo, nos enamoramos igual, contado con diferentes palabras transmitirá lo mismo al lector, una sensación, como la mía de olor a nube, de paz, de calma, de plenitud, no más.

Porquepoesía