"HAZ CINCO BUENAS PREGUNTAS AL DÍA"
-¿Soñaste bien? o ¿qué soñaste?
-¿Cómo estás?
-¿Sabes?
Por ahora he establecido tres como rutina y sin intención alguna, es decir que al principio surgían solas pero que ahora se han convertido en una especie de ceremonia inicial entre nosotros dos. No son buenas preguntas pero provocan buenas respuestas por ejemplo la primera me lleva al mundo de los sueños de Anna, a saber si sus sueños fueron dulces o amargos, la segunda si responde: "bien" o "feliz" el día se torna soleado por mucho que llueva o esté plagado de nubes sin embargo esta tiene un riesgo y es que si contesta: "mal" es que algo va realmente mal y tendré que abrir los ojos, alertar mis sentidos y pedirle que cuente conmigo. La última es la mejor, es la respuesta obvia pero siempre sonreímos al escucharla, le sigue un: "que te quiero" o un "soy feliz", es maravilloso compartir esos sentimientos con otra persona, esas tres preguntas tan bien elegidas al azar. Las demás son espontáneas, no las recuerdo me surgen durante el día, pero esas tres compartidas con Anna son placenteramente contestadas cada día y hacen que la vida se vuelva espinosamente amarilla y venza cualquier malestar interno.
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