"Aprender la levedad del pájaro."

martes, 14 de diciembre de 2010

Belle epoque

Se desvistió lenta y cuidadosamente dado que su cuerpo ya estaba en peligro de derribo, se sentó en la silla, miró sus arrugas y concluyó: un suspiro. Notó como dos lágrimas, dos pequeñas gotas despintaban su rostro de actriz y la devolvían a la realidad de la vejez. Se deshizo el moño, sonrió de forma hipócrita, se limpió los ojos y la cara con un pañuelo y pensó "el espectáculo debe continuar". Se levantó tranquilamente, sorbió el ultimo trago de mate y dejó atrás aquel tocador, aquella habitación que lejos quedaba de los lujosos camerinos del champagne y las flores. Salió a la calle vestida de fantasma y nunca volvió. Su alma se quedó en los escenarios, su corazón en aquella carta a su marido antes de morir y su cuerpo debidamente embalsamado, viejo reflejo de sus años de gloria, actriz consumada y clásica, ahora dormía plácida, soñando con aplausos ultra-sonoros, a tres metros bajo el suelo.

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