"Aprender la levedad del pájaro."

domingo, 12 de diciembre de 2010

Escenario sin actor

Recuerdo cuando era niño y mi padre me llevaba a ver sus obras de teatro, a mí me encantaba entrar en el camerino y ver como se transformaba, jugar con las espadas, pintarme la cara, vestirme de Dartacan o de pirata. Luego me sentaba en la primera fila y reía o lloraba, gritaba o enmudecía ante la presencia de los actores sobre el escenario y ese brillo de mis ojos, era el de ver  a mi padre convertido en alguien totalmente distinto.

Luego, cuando ya se habían apagado los aplausos y no quedaba nadie, cuando los actores se desmaquillaban y bebían vino de celebración o de fracaso, recuerdo que me gustaba subir al escenario, a oscuras, sin ningún foco ni brillo, me paseaba por ese mítico lugar de hazañas y diálogos aun en mi memoria y siempre o casi siempre me sentaba en el borde y me recostaba, miraba al techo y sentía, el escenario sin actor, la inmensidad, el arte y pensaba en mi inocencia "yo quiero algo así" aunque no hubiesen aplausos ni flores, exitos ni dinero, a mi me gustaba la sensación del escenario en calma, dejar correr mi imaginación, permitirla jugar un rato como ahora, con las palabras.

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