"Aprender la levedad del pájaro."

domingo, 19 de diciembre de 2010

Desconocida.

Quiero que estalle mi pecho en un latido que retumbe en las calles y el frío. Quiero enamorarme hasta del más mínimo detalle de tu sombra, que al cerrar los ojos mis manos se muevan solas y dibujen tu figura en el aire para recordarte cuando no estés. Y cuando estés, quiero que nos conozcamos con las manos y el alma, quiero que seamos cien emociones que exploten como cien bombas de pasión y desengaños. Quiero agarrarme a tu cuello y no quemarme, quiero que me mires con esos ojos que aun no son nada. Quiero que tu mires los mios y perdernos en buscar la verdadera razón de nuestro iris, que nuestros guiños en clave de morse se digan palabras cuando no nos quede más voz. Quiero que tu seas el hecho más importante del día, recordar a cada instante aquella hora, aquel segundo en el que tu de forma aleatoria y precisa, te cruzaste en el momento justo en el que mis ojos buscaban distracción y se tropezaron contigo y te miraron, el mundo entonces fué un borrón, una mancha que fuera de ti nada tuviese importancia y tu, por complicidad o pena me mirases con esos ojos con los que siempre miras las cosas que al principio no te interesan pero que guardas en tu interior un ferviente deseo de conocer.


Quiero, perfecta desconocida, que nuestra historia no la escriban escritores ni guionistas, sino nosotros mismos, con besos de tinta y piel de papel. Quiero, perfecta desconocida, que salgas a la calle a la misma vez que yo a ver si de una buena vez nos cruzamos y podemos enamorarnos sin freno ni marcha atrás, porque estoi cansado de la resaca y el delirio alcohólico, el baile ridículo y la soledad del aseo de un bar de carretera, porque estoi ansioso de conocerte en cualquier parte, a cualquier hora y cualquier dia, no tengo preferencias, al menos no con esto, no quiero presionarte, tan solo conocerte y brindar por vos, sin que vos sepas que brindo por tí.

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