"Aprender la levedad del pájaro."

viernes, 30 de septiembre de 2011

Gracias.

Y es que tu mirada, a veces me cuenta un cuento, otras recita una poesía y otras simplemente se queda fija en mi, en silencio, esperando, si le sonrío me sonríe como un espejo y entonces entiendo a las salamandras kamikazes de mi espalda. Tu mirada, como un mar en donde verse reflejado y sentir una paz interior indescriptible. Un oasis, un paraíso de los más recónditos, de los menos habitados por el humano sí por el poeta, por la música, el arte. Y siempre, siempre que no puedo aguantarme más bajo a tus labios que sonríen, que siguen teniendo ese brillo de niña, de sueño, que son otro paraíso que acariciar con las manos o los labios, que lentamente y fruto del abrazo nos fugamos juntos a esa playa, a ese sol que puede arder en las mañanas de invierno.

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