"Aprender la levedad del pájaro."

lunes, 5 de septiembre de 2011

La Victoria.

¿Sabes?, nunca me río de ti, sonrío, sé que siempre digo lo mismo y si es así es porque siempre te digo la verdad, cuando estoy contigo, paso tanto tiempo tan cerca de ti que no puedo apartar los ojos, la habitación, las calles, la arena, el mar, se esfuma y mi realidad se reduce al pequeño espacio que ocupa tu cuerpo. Cuando te miro a veces descubro pequeños detalles de ti que sería ridículo describir y sé que si lo hiciera al final me culparías porque perderían su magia, bueno pues cuando descubro esos detalles sonrío, pero como siempre me cogen despistado es como una risa, porque me sorprenden y no puedo evitar la ascensión de mis labios, mantener unos segundos esa mueca tonta de mirada perdida, hasta que tú me frenas culpando mi risa y cómo lo haces, me defiendo pero me encanta.

Como siempre que quedamos en una atmósfera cómoda te quedas dormida, o no, te quedas traspuesta con los ojos cerrados pensando y te molesta dormirte pero no dejas de hacerlo, siempre te rindes al sueño y a mi me gusta ver como las horas pasan por tu universo onírico, como a veces haces muecas, como te despiertas abriendo lentamente los ojos y sonríes al verme aunque al segundo te das la vuelta porque te molesta que te vea despertar.

Todos los pequeños detalles que formo alrededor de ti y que se forman alrededor nuestra son como fotografías, como un mapa de nuestro pequeño mundo o biverso. Pequeñas cosas que me hacen sentir que merece la pena, que existe la música, que tu cuerpo abrazado al mío, fuerte, más fuerte y que nuestros labios son como dos nadadoras que bailan en una sincronía perfecta.

Pero tambien están mis demonios, sombras, incertidumbres, miedos, trasgos. También existen pesadillas, lágrimas. Pero en ese desierto en el que ahora me encuentro también existes tú, eso es a lo que me refiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario