"Aprender la levedad del pájaro."

lunes, 19 de septiembre de 2011

Nostalgia de tu arena.

Caminar desde la arena al mar contigo, es un sueño. Ese camino de arena hirviendo que he hecho tantas veces, es un sueño. Aunque siempre sean los mismos granos, el mismo sol, la misma falta de sombra, el mismo agua turbia y sucia, las mismas nubes infinitas, todo, igual que cuando era un niño, todo, igual que siempre. Pero. Contigo, todo cambia. Toco tu mano, la abrazo con la mía y siento tus pasos a mi lado, caminamos hasta que la espuma del mar nos moja los dedos y entonces nos reímos. Menuda tontería. Miramos juntos al infinito. Ojalá no se pudieran ver los edificios. Pienso y te miro. Sabiendo que tú ya me miras y el ritual llega a su fin, nos helamos un poco, tú ríes y yo tiemblo. El mar se alza ante nosotros como un telón infinito donde regalarnos infinitas caricias, besos, abrazos, donde sentir que terminan las fronteras. Y entonces cambiamos de mundo. Y entonces somos el pájaro, el pez, el arbol, la flor. Y dejamos que el hecho de meternos al agua sea lo más especial del día, como si nunca hubiese existido el mar, la arena y en realidad, nunca existió contigo.

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