"Aprender la levedad del pájaro."

domingo, 18 de septiembre de 2011

Silba Mario un tango, Silba Julio un jazz.

De cristal mis manos, en ellas, las gotas de agua crean caminos nuevos, siempre bordeando algún lunar o hundiendo aún más alguna línea de mi identidad, secretas las caricias que rozaron mis manos hace años, en cualquier lugar, nunca miré la hora pero sí me entretuve en exprimir la sensación y el sentimiento adecuados. El agua como en un cristal deja un rastro, un rastro que limpia cicatrices, heridas, crecimiento y amor, quita la suciedad que impide que estas escriban o que sientan de verdad el tacto limpio. Como mi mente rota en quizases que ahora ha decidido dejarse hacer por el momento, disfrutar de las alas en los pájaros de mi mirada, soñar con la luna, puerto siempre, nunca hundir sus velas. El agua que corre entre mis manos y por un segundo forma un río. El agua que corre afuera, las nubecitas negras que nos asustan con lluvia próxima, los libros donde me refugio como si fuesen paraguas, de realidades y realidades, asquerosa suciedad de las calles por culpa de las mentiras políticas. El tiritar de los cuerpos bajo este baile de agua insomne.

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