"Aprender la levedad del pájaro."

lunes, 28 de marzo de 2011

Cuentobreve

-Me he pasado la vida mirando al cielo cada vez que anochecía-

-¿Y por qué Otto?, ¿por la hermosura de las estrellas y la luna?..-

-Mas o menos amor, mira, te cuento: desde niño miro las estrellas, siempre he sentido una extraña fascinación por el firmamento, su luz, matices, planetas, colores, es maravilloso. Te cuento, hubo una vez, cuando tenía cinco años, que una estrella se grabó a fuego en mis ojos, no me dolió, ni sangré, ni lo noté, solo sabía que estaba allí, luego, si miraba a un estanque de agua muy fijamente, la estrella se reflejaba en él, tan natural, tan bonita como en el cielo. Entonces comprendí, no podía cazar las estrellas, pero en mi alma se albergaba una réplica cuando las miraba muy fijamente, desde ese momento decidí guardarlas todas en mis ojos sin saber muy bien que haría luego con ellas y así me he pasado desde los cinco años, por eso mi adicción. Lo más difícil fue guardar la luna, debido a su inmensa hermosura y gran tamaño, pero al final, hace algunos días lo conseguí..-

- ... ¡¿Y qué vas a hacer con todo un universo de estrellas y luna en tus ojos?!..-

-Pues mira amor, siempre pensé que sería muy egoísta quedármelas yo, así que me pasé la vida buscando una persona que las mereciese, ¿y quien iba a ser si no tu?..-

-¡¿yo?!- Preguntó Anna sorprendida y agradada.

- Claro, mira, ayer me pasé el día entero expulsando el firmamento en este sombrero de paja, como sé que tú amas el cielo de noche tanto como yo, que te da tranquilidad, paz, arte, pues te lo regalo. Funciona así, cada vez que te lo pongas en la cabeza- Dijo Otto colocándoselo- inmediatamente en tus ojos aparecerá todo el cielo, con una nitidez que ni la mejor de las televisiones y casi podrás tocarlas.. ¿te gusta?..-

-Te amo..-

Dijo Anna, arropada por la sonrisa infinita de Otto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario