"Aprender la levedad del pájaro."

miércoles, 30 de marzo de 2011

Siempre a esta hora te entristeces, mientras las brujas toman el té sobre alguna colina escondida de nuestros ojos, no las de relámpagos y escobas, si no las que como tú conocen los secretos de los sueños, la dulzura de las sábanas que confunden tu verdad. Siempre te entristeces, como los árboles que se doblan vencidos al viento, sus ramas desnudas de Otoño se avergüenzan y tú recuerdas, cierto bosque, secreto. Mientras el tranvía sigue su ruta, entre críticas y rechazo, seguirá siempre como una muestra más de que lo que diga el pueblo les importa un carajo, mientras una tumba de cáscaras descansa y la gente pasea sin demasiadas obligaciones, a esta hora, para algunos libertad tú siempre te entristeces y lo que a mí más me gusta, que no sabes por qué.

Y quien sabe, si laslágrimasnotienenhorarios, yo tampoco sé, divago el por qué de está melancólica mirada la que vuelco sobre tu cuello, en tu nuca beso mi soledad temprana, quizá sea eso, odio al 36, deseo de despertar mañana arropado por tu aurora, la de tus ojos, la del sol, no es nada además nunca entra a mi cuarto, no sabe llamar, mi ventana tiene rejas y eso le da miedo. Siempre, entristecernos brevemente y por motivos diferentes, mirarnos al espejo y sentir como las lágrimas caen poco a poco sobre nuestras almas, no sabemos por qué y claro, ellas tampoco, pero se limitan a ese breve instante de tristeza, que va siempre acompañado y es el mayor placer, de una inmensa sonrisa, un gesto natural que al mismo tiempo nos da calma y suena la risa de alguna bruja sobre alguna colina. ¿Beltenebra?.

No hay comentarios:

Publicar un comentario