"Aprender la levedad del pájaro."

martes, 22 de marzo de 2011

EL MUNDO QUE LE ESPERA NO VA A SER MÁS JODIDO QUE VOS

La negativa de un abrazo, los gritos como fundamento de la educación o de la comunicación, la incomprensión ante las inquietudes, el rechazo ante la vida que llevas a cabo, los reproches, el "ya te lo dije", son cosas con las que ya cuento, son cosas obvias, tópicos crueles, torres de babel con números de edificios y nombres de calles, aquí nadie se entiende pero todo el mundo grita, aquí está instaurada la ley del más fuerte y si te cogen por banda, flojo, un día te aniquilan, guarda bien tus ilusiones, en una caja donde nadie pueda verlas, coge tus ideales, tu moral y hazte un fuerte, que no el fuerte, querido.


La primera lágrima y única lágrima cae sobre esta carta, hijo, hijo que tardarás en venir mi vida, o no vendrás quien sabe, es difícil predecir tus ojos o tus rasgos, es difícil y complicado acertar tu nombre, pero sí puedo comenzar a construir mis advertencias, antes de que el viento o los funerales me nublen la mente, la atrofien y exilien el arte de mí. Que yo pensé en tirarme de un puente o quebrarme el alma en las drogas, que los espejos no se rompen de forma involuntaria, existen crisis, el problema es que nuestro nombre no se equipara al de dinero y le restan importancia. Y qué ridículo suena todo esto, tan fuera de contexto, tan poco común, que estúpido advertirte cuando en mí no existe cicatriz que no sea por error. Confía en el amor, no te juzgues por sus juicios, camina siempre mirando al frente pero sólo cuando sepas cual es tu sombra y alégrate de tu existencia, guiñale un ojo al arte que con ese el placer es gratuito.

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